Aprender es un verbo colaborativo, hay un aprendiz y un docente. Se comparte información, experiencia y diferentes conocimientos. Todo unido por el ensamblaje de ser el propio profesor o profesora de tu hijo o hija. Entonces, no solo se aprende desde el conocimiento, si no desde el afecto.
Hay muchas formas de aprender, de estudiar, de conocer lenguas nuevas. Una de las que recomendamos, además de con nosotras, es atreverte a ser el propio profesor o profesora de tu hijo o hija.
Ser un ejemplo y avanzar los dos tanto con la lengua como por el gusto por la cultura. Ellos aprenden y a la vez enseñas a tus hijos a amar un idioma y si haces eso, también les enseñas a amar la diversidad, lo nuevo, les enseñas a respetar lo diferente.
Enseñar y aprender no es solo un acto involuntario, si no que está lleno de significados hacia la comunidad, hacia el mundo, la unión entre culturas y pueblos, a través de su lengua podemos engarzar cada una de sus características.
Por dónde empezar
Elegir un buen método es fundamental para dirigir los pasos hacia el camino que quieres emprender contigo mismo y con tu hijo o hija. Por eso, es importante tener claro si empiezas de manera autónoma o acompañada.
Es crucial encontrar la motivación propia, pero también es muy importante ir bien acompañado en el camino. Empezar con buenas maneras es el camino hacia el éxito asegurado, sin posibles abandonos.
Internet tiene mucha información relacionada con el español. Si has llegado hasta aquí, hasta nuestra web, ponte en contacto con nosotras para que podamos ayudarte y empezar cuanto antes el aprendizaje propio para ayudar a tu hijo o hija.
Aprender desde el afecto
Tu papel ahora cambia. Ya no eres el padre o la madre, eres el maestro o la maestra, el profesor o la profesora, por eso es muy importante que tengas en cuenta que vas a enseñar desde el afecto y eso puede ser contraproducente y al mismo tiempo ser un aliado.
Conoces a tu hijo o hija y sabes hasta donde puedes forzar la máquina para que no acabéis discutiendo. Eres el coach de tu hijo o hija, el que motiva para aprender algo nuevo. Es importante hacer un trabajo previo de objetivos comunes e individuales.
Pequeños pasos en Español con el padre o madre nativo/a
Si eres nativo o nativa en español puede resultar más sencillo porque conoces el vocabulario, y para una persona que empieza, conocer vocabulario de su día a día le puede resultar más interesante que empezar por cualquier regla gramatical.
Si un niño o una niña aprende que lo primero que hace cuando se despierta es lavarse los dientes con su cepillo de dientes, o que desayuna en una taza, comprobará que sus pasos avanzan cada día.
Hacerle ver que desde el primer día habla español, es la mayor sorpresa. Al principio la pronunciación no será la correcta, por supuesto, pero eso irá cambiando a medida que compruebe que sabe leer y repetir las palabras relacionadas con su vida.
Podemos usar colores, formas diferentes, las iniciales de los objetos y así, como se suele decir, matamos dos pájaros de un tiro, y aprende las letras y las palabras. Crear actividades para los dos, por ejemplo, bingos para descubrir palabras u objetos.
Utiliza la música, siempre es más divertido. Busca canciones que os puedan gustar a todos. También, ve alguna serie juntos. En definitiva, crea un entorno favorable hacia el aprendizaje del español.
Al principio, para que esos pequeños pasos se vayan haciendo grandes, usar la lengua madre del hijo o la hija es recomendable para que no se frustre a la primera de cambio. Realmente es un trabajo que empieza desde la ilusión, no la matemos demasiado pronto.
Cuando tú también empiezas desde cero para enseñar Español
Este paso es el más importante porque podéis empezar de cero a la vez. Si son pequeños, puede que quieras que el aprendizaje sea propio, es decir, que como padre o madre empieces a trabajar tú el idioma para después ayudar a tu hijo o hija. Sin embargo, puede ser interesante compartir esos comienzos y convertirse en el guía, que es lo que estamos tratando en este post.
Empezar desde cero os permite asentar una buena base para después transmitirlo a tu hijo o a tu hija. Un buen reto hace que el aprendizaje se convierta en autocrecimiento. Esa motivación es el mejor ejemplo para que tu hijo o hija siga tus mimos pasos.
Para conseguir esa base, no hay nada como ir bien acompañado o acompañada en el camino del aprendizaje del español cuando empiezas desde cero. Sé un ejemplo para ellos y elige bien con quién y cómo aprender.
Y por supuesto, viaja a España. Y si viajas a Salamanca nosotras podemos seguir ayudándote de forma presencial, creando un plan específico para la familia para disfrutar del español en la ciudad nombrada Ciudad del Español.
Si has llegado hasta aquí…
…es porque te gusta, disfrutas y es un reto constante aprender español. Un reto que tomas con ganas e ilusión. Un reto que no es una obligación, si no un hobby. Por eso este post te puede ayudar a no rendirte y seguir aprendiendo, porque la mayor satisfacción viene después, cuando veas como tu hijo o hija aprende español contigo.
Convertirse en el educador o educadora de tu hijo o hija es algo que haces desde que llega a este mundo, todas las vivencias posteriores dependen, también, de la motivación y tener ojos de aprendiz, como él o ella.
Si lees este post y quieres dejarnos un comentario, nosotras estaremos encantadas de leer tus palabras. Y si, además, quieres aprender español con nosotras, estaremos más encantadas todavía de ser tus profesoras de español.